El día 10 de junio asistimos a ver la obra mala clase, en el teatro nacional chileno ubicado en Morandé Con Alameda.
Esta obra trata por una parte de unos estudiantes que están a punto de graduarse de cuarto medio, pero necesitan pasar un examen de historia y en esto están esperando a la profesora para rendir el examen y poder graduarse con esto se genera los contrastes de la obra, ya que, por una parte muestra a los estudiantes que es la última oportunidad para pasar y tener un “futuro”
Una obra en que se enfrentan dos visiones del Chile actual. A través de los estudiantes, hijos de nuestra democracia y de sus paradojas, se distingue la cristalización de un modelo económico, con los vínculos humanos convertidos en una mercancía más de la que podemos desprendernos.
En tanto, la profesora, representante de una generación que creció en un país con un proyecto colectivo, percibe el derrumbe de sus ideas y valores sociales al ritmo frenético del consumo.
Fue una obra muy emotiva donde ejemplificó los sueños que tiene un profesor de querer cambiar la sociedad y por otra parte la degradación de la carrera de pedagogía, ya que, es mal mirada y con sueldos muy bajos, pero aun así nosotros decidimos estudiar pedagogía, por vocación, por sueños de querer mejorar la sociedad que se consume día a día por el sistema, como lo mostró la obra en los estudiantes que sentían que no tenían un futuro, no estaban preparados y solo querían la licenciatura. La obra en su parte final da un aliento, para seguir estudiando pedagogía, sobre todo cuando dice que el primer pronombre sea tú